Fintech 101

Imagina la página web de tu banco. Ahora imagina que por cada producto o servicio ofrecido hay 4 empresas que te ofrecen lo mismo pero más rápido, más flexible, como a ti te gusta. Eso es básicamente el mundo Fintech; empresas relativamente jóvenes pero muy tecnológicas, y apalancadas en la internet, que ofrecen: préstamos personales, financiamiento a empresas, remesas, pagos alternativos a tarjetas de crédito, alternativas de inversión para clientes institucionales, portafolios de inversión para Banca Privada, estudios de mercado basado en big data con alertas personalizadas, y mucho más.

En Abril de este año, el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, expresó su preocupación sobre esta industria. Sus palabras textuales, en español, fueron: “Se viene Silicon Valley…hay cientos de startups con mucho dinero e inteligencia que ya trabajan en alternativas a la banca tradicional…trabajaremos muy fuerte para tener servicios tan fluidos y tan competitivos como los de ellos. Y también estamos cómodos con asociarnos con ellos donde haga sentido”. A partir de ese momento mucha gente comenzó a mirar esta industria de manera diferente. Fue un punto de inflexion. Alguien se dio cuenta que el financiamiento a empresas Fintech en el mundo, que pasó de USD 1Bn en el 2008 a USD 14 Bn en el 2014, era muestra de una corriente irreversible a la que hay que adecuarse o asociarse para poder competir.

Los modelos de negocio digitales ya cambiaron muchas industrias: Hoteles (Airbnb), Taxi (Uber), Alquiler de películas (Netflix), Música (Spotify), Mensajería Instantánea (Whatsapp). Hoy en día existe el dinero y talento, por lo que los cambios en la banca y financiera tradicional caen por su propio peso. Por lo pronto hay 200 millones de Millennials en Latinoamérica que están esperando que su financiera sea más del estilo Facebook, Google o Youtube, es decir, que funcionen a ese estándar de velocidad, personalización y flexibilidad. De no hacerlo, las Fintech lo harán muy pronto.