17 razones que harán que tu startup fracase: la sexta es contratar malos programadores

Hay diversas razones por las cuales las startups fracasan. Tomamos 17 de ellas de un artículo de Paul Graham, reconocido inversionista en startups, programador, escritor y uno de los fundadores de Y Combinator, para que hagas algo al respecto.

Fuente: Dorsis

 

A continuación, la sexta de las 17 razones que hacen que una startup fracase:

 

Contratar malos programadores

 

Para los fundadores que están en la capacidad de crear tecnología – ¿será este el caso de Perú? - , este podría no ser un problema grave en caso contratasen algún mal talento, dado que esto no arruinaría su compañía y podrían detectarlo rápidamente.

 

Sin embargo, acorde con Paul Graham durante los 90s fueron los malos programadores los que acabaron con las startups dedicadas al e-commerce. Muchas de estas compañías comenzaban con gente de negocios que creía que las startups funcionaban teniendo una idea y llamando a un programador para que las implemente, ¿te suena conocido esto?

 

Esto es mucho más difícil de lo que suena, casi imposible incluso, porque la gente de negocios –por lo general- no sabe diferenciar entre un buen programador y uno malo. Ni siquiera tienen chance con los mejores, porque nadie realmente bueno entraría a una startup creada por un empresario (en buen castellano: por aquellos que se hacen llamar “visionarios” pero no hacen nada más).

 

En la práctica lo que sucede es que los empresarios creen elegir a buenos programadores, pero que no lo son. En el proceso se dan cuenta de que mientras sus startups pelean en la guerra con ollas, su competencia tiene metralletas. Esta clase de startup se encuentra en la misma posición que la otra, pero sin las ventajas.

 

Entonces, ¿cómo sabes qué desarrollador escoger que sea bueno,  si tu no eres uno de ellos? Creo que no hay una respuesta. Te podría decir que encuentres un buen programador que te ayude a contratar, pero si no sabes identificarlos… ¿Cómo harías eso?  

 

Nos atrevemos a lanzarte algunas preguntas:

 

¿Será hora que te tomes en serio aprender sobre tecnología?

 

¿Qué solución propones a este problema?

 

¿Cómo evaluar a los programadores?

 

Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia…

 

Fuente: Paul Graham

 

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